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Resumen
En este artículo, el editor de la revista EVIDENCIA, Actualización en la práctica ambulatoria le da la bienvenida a investigadores de Argentina y otros países que deseen comunicar los hallazgos de sus estudios primarios sobre temas relevantes para la atención primaria de la salud.
Una nueva etapa para nuestra revista
Hace 15 años con Sergio Terrasa, un gran compañero de ruta, escribíamos un artículo editorial fundacional de la revista Archivos de Medicina Familiar y General, en el que planteábamos la necesidad de contar con revistas que publicaran artículos originales en el campo de la atención primaria de la salud1 . El problema central, tal como entonces, es que se investiga poco, se publica menos y casi nada de lo que se publica tiene una llegada local útil. Intentábamos describir las trampas en las que se encuentra atascada la generación y la difusión de conocimientos científicos en países de bajos o medianos ingresos, en particular en atención primaria de la salud. Además de la escasez de financiamiento, destacábamos que los investigadores locales privilegian el envío de sus manuscritos a publicaciones internacionales, a veces prescindiendo de los datos locales que resulten irrelevantes para sus principales lectores. Las revistas locales quedan así condenadas a recibir mucho de lo que ha sido rechazado en el exterior. El hecho de que en la carrera de investigador se jerarquicen más las publicaciones en revistas internacionales de alto impacto es razonable, pero secundariamente se estimula este círculo vicioso que atenta contra la utilización de valiosa evidencia del ámbito local. Además del menor acceso a revistas de otros países, el idioma foráneo de publicación genera barreras adicionales a la utilización del conocimiento y también resulta muy ineficiente. Por otro lado, el número de citas de un artículo o el factor de impacto de una revista depende sustancialmente del idioma en que se escribe. Se ha documentado que el artículo en inglés más citado, lo es 178 veces más que su par en español. Hay también un enorme desequilibrio entre el número de revistas indizadas de cada país por habitante, que excede la diferencia de nivel científico2. En caso de usar índices, probablemente sería más justo utilizar el número de citas que recibe cada artículo (y no la revista), es decir, su propio factor de impacto y también para los autores: el “índice h”.
Vale recordar lo que expresó Lawrence, un editor de Nature, revista con uno de los factores de impacto más altos: “...deberíamos dejar de medir el éxito por dónde publican los científicos y emplear criterios diferentes, tales como, si el trabajo es original, inspirador y correcto.,,,” De hecho, no sería estrictamente necesario mencionar la revista que lo ha vehiculizado a la web, porque con el DOI (identificador de objeto digital, por sus iniciales en inglés) se identifica perfectamente cualquier publicación.
Una posible forma de atenuar la tiranía del factor de impacto3,4 o las categorías SCIMAGO5 sería alentar y jerarquizar las publicaciones científicas locales para que paulatinamente mejoren su desempeño bibliométrico y su visibilidad, para que sean una opción atractiva a la hora de elegir el sitio de publicación y para que el contenido de las investigaciones alcance a sus destinatarios. Hay varios ejemplos internacionales de revalorización de publicaciones1 .
Es claro que el Estado, por medio de la Secretaría de Ciencia y Técnica, debería dar apoyo logístico y financiero para promover y asistir la indización de las publicaciones locales en bases de datos electrónicas reconocidas, favorecer la calidad creciente de los trabajos de investigación, mejorar circulación de las publicaciones e incluso, facilitar su traducción al inglés. En definitiva, sería bienvenida cualquier estrategia que favorezca que nuestros investigadores publiquen sus trabajos originales en revistas nacionales o regionales.
Así como hace 15 años participamos de la creación de la revista Archivos de Medicina Familiar y General, que sigue compartiendo las metas vertidas en este texto, hemos decidido brindar un espacio adicional para publicaciones originales en nuestra revista EVIDENCIA, que lleva más de dos décadas de trayectoria en el ámbito de la atención primaria y la práctica ambulatoria en general.
Este modesto espacio no debe interpretarse como competitivo, sino como un canal más de comunicación de investigaciones, tras reiterados pedidos de nuestros lectores y muchos investigadores. Estamos entusiasmados con esta iniciativa que no dejará de lado la publicación de resúmenes y comentarios de artículos destacados, actualizaciones y nuestros clásicos EOP (Evidencia Orientada al Paciente). Estamos convencidos que aprovechando nuestro caudal de lectores podremos difundir investigaciones valiosas a audiencias menos proclives a leer artículos de investigación en texto completo.
Aun cuando consideremos que los organismos oficiales de gestión y promoción de la ciencia y la tecnología deberían ser los principales actores para impulsar cambios sustentables, estamos convencidos de que los grupos editoriales nacionales como el nuestro, también podemos jugar un papel brindando diferentes oportunidades de difusión. Esperamos que nuestros lectores aprecien esta iniciativa y dejamos abierta la invitación a los investigadores locales a sumarse. Juntos podremos acercar valiosa evidencia a nuestros pacientes, sus beneficiarios finales.
Citas
- Ciapponi A, Terrasa S, ¿Necesitamos una publicación modelo de artículos originales en el campo de la Atención Primaria de la Salud?. Arch Med Fam y Gen. 2004; 1(1):6-10.
- Franco-López A, Sanz-Valero J, Culebras J, Publicar en castellano, o en cualquier otro idioma que no sea inglés, negativo para el factor de impacto y citaciones.. JONNPR. 2016; 1(2):65-70.
- CiteFactor. 2019.
- Franco-López A, González-Gallego J, Sanz-Valero J, Tuñón MJ, García-De-Lorenzo A, Culebras JM, Algunas consideraciones sobre el valor intrínseco del factor de impacto de las revistas científicas.. Nutrición Hospitalaria. 2015; 23:2369-2373.
- Scimago Journal & Country Rank. 2019.